El Papa Francisco erigió un nuevo Dicasterio y así inicia la esperada reforma de la Curia vaticana. Pero este movimiento, ¿tiene algo que ver con la vida diaria de los fieles católicos?
1. Antecedentes. Desde el inicio de su Pontificado, Francisco creó un consejo de cardenales, conocido hoy como “C9” pues está compuesto por nueve purpurados, con el objetivo de estudiar una reforma a fondo de la Curia romana.
Desde hace meses se anunció que se fusionarían algunos Consejos e Institutos pontificios. Lo importante de esto es tener claro que se trata de una reforma del aparato administrativo del Vaticano, pero no de la estructura sobrenatural de la Iglesia católica.
2. Un nuevo organismo para laicos. Mediante el Motu Proprio titulado “Sedula Mater” (‘Madre solícita’), publicado el 15 de agosto pasado, Francisco instituyó el nuevo Dicasterio de Laicos, Familia y Vida. En ese documento, el Papa explica que esta reforma sirve para que los dicasterios se “conformen a las necesidades de nuestro tiempo y se adapten a la necesidad de la Iglesia Universal”.
El nuevo organismo unificará el Pontificio Consejo para la Familia y el Pontificio Consejo para los Laicos que, a partir del 1 de septiembre, desaparecerán y pasarán a formar parte de este nuevo Dicasterio. (Rome Reports, 6 ago. 2016)
3. El nuevo prefecto. Francisco puso al frente del nuevo organismo al obispo de Dallas (EUA), mons. Kevin Farrell, cuyo hermano, Brian, es el Secretario del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad Cristiana.
Mons. Farrell, mediante un comunicado en la web de la diócesis de Dallas, declaró que espera “formar parte de la importante labor de la Iglesia universal en la promoción del laicado y su apostolado para el cuidado pastoral de la familia y apoyo a la vida humana de acuerdo a la reciente exhortación apostólica del Papa, ‘Amoris Laetitia’.”
4. Para qué servirá el nuevo dicasterio. El nuevo organismo tendrá como finalidad la promoción del laicado, el cuidado pastoral de la familia y dará apoyo a la vida humana. Como indicó el Papa en el Motu Proprio “nuestro pensamiento se dirige a los laicos, la familia y la vida, a quienes queremos ofrecer apoyo y ayuda, porque son testigos activos del Evangelio en nuestro tiempo y una expresión de la bondad del Redentor”.
Según sus estatutos, “el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida es competente en asuntos relacionados a la Sede Apostólica con respecto a la promoción de la vida, el apostolado de los fieles laicos, el cuidado pastoral de la familia y su misión de acuerdo al plan de Dios y para la protección y el apoyo de la vida humana. (Statutes, Art. 1)
Como es lógico, el nuevo departamento tendrá que definir sus políticas y metas específicas en los próximos meses. Sin embargo, el mensaje que Francisco envía con la creación de este dicasterio es clara: la estructura de los organismo centrales de gobierno de la Iglesia Católica deben estar en función de las necesidades actuales de los fieles.
Se podría decir que esta reforma estructural de la Curia romana es como una nueva aplicación del “aggiornamento” (‘puesta al día’) de la Iglesia, que el Papa San Juan XXIII buscaba cuando convocó el Concilio Vaticano II.
Este nuevo Dicasterio tendrá mucho que ver con los fieles católicos, porque sus objetivos están enfocados a lo más importante de la realidad cotidiana de ellos: la vida, la familia y la misión de los laicos en la Iglesia.
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