Termina el Sínodo de la familia. Durante tres semanas, los medios presentaron una Iglesia católica dividida en dos bandos. Francisco puso en guardia sobre la “hermenéutica de conflicto”. Entonces, ¿cuál es la correcta clave de lectura para entender el Sínodo?
1) Las divergencias. La visión dialéctica presentada por los medios sí tiene un fundamento real, porque hay dos posturas sobre el modo de entender la ‘atención pastoral’ de los divorciados vueltos a casar y de las personas homosexuales.
Ciertamente, las opiniones de algunos padres sinodales sobre la admisión a la comunión sacramental sí implicaban ‘cambios doctrinales’, como la propuesta del Cardenal alemán Reinhard Marx, quien pidió considerar seriamente “la posibilidad –mirando cada caso individualmente y no de modo general– de admitir a los divorciados vueltos a casar a los sacramentos de la Penitencia y la Santa Comunión”. (ACI/EWTN, 17 oct. 2015)
Pero ya el Papa, durante la conferencia de prensa en el vuelo de Estados Unidos a Italia, recordó que “los divorciados no están excomulgados”, pero afirmó que le parece “muy simplista” decir “que la solución para estas personas es que puedan comulgar”. (ACI, 28 sep. 2015)
Además, Mons. Mark Coleridge, Arzobispo de Brisbane (Australia), explicó que el trabajo del Sínodo en los grupos por idiomas mostró que “no existe apoyo para el cambio de la enseñanza de la Iglesia, lo que muestra que se mantendrá intacta”. (ACI, 19 oct. 2015)
2) Lo destacado. Algunos temas muy importante pasaron casi desapercibidos por los medios internacionales, como el reconocimiento de los padres sinodales a las familias que con gran sacrificio viven fielmente las exigencias de la fe.
Tampoco se enfatizó mucho que el Papa ha querido que el Sínodo sirva para recordar que “la verdad de que la familia es el camino que Dios ha establecido para la creación y el gran regalo de Dios para el mundo”. (Homilía, 4 oct. 2015)
3) Las acciones. El Papa Francisco suele dar grandes mensajes también mediante acciones llenas de significado. Durante el Sínodo, el Papa canonizó a un matrimonio ejemplar, Louis Martin y Marie Zelie Guérin, quienes “vivieron el servicio cristiano en la familia, construyendo cada día un ambiente lleno de fe y de amor; y en este clima brotaron las vocaciones de las hijas, entre ellas santa Teresa del Niño Jesús”. (Homilía, 18 oct. 2015)
Otra decisión llena de significado fue la erección de un nuevo dicasterio (secretaría o ministerio) para la familia, los laicos y la vida. Esto es una señal que indica que el cuidado de la familia ahora será una prioridad para la Iglesia.
4) La hermenéutica de conflicto. El Sínodo se desarrolló entre dos polos: la fidelidad a la doctrina perenne y la misericordia hacia quienes se encuentran en situaciones familiares complejas. El Papa Francisco nos ha mostrado un gran liderazgo para buscar la compatibilidad de la ortodoxia doctrinal y la acción pastoral.
El fondo del Sínodo no siempre fue entendido por algunos medios internacionales, pues lo que estaba en juego no era admitir en la Iglesia el divorcio y la homosexualidad. Más bien, se trataba de dar respuestas para superar la actual crisis sobre la familia, porque de esto depende el futuro no sólo de la Iglesia sino también de la humanidad.
Redescubrir la familia tal como fue diseñada por Dios y favorecerla, en el contexto de la actual encrucijada social y cultural; ésta es la verdadera clave de lectura del Sínodo, desde la que se comprenden plenamente tanto las discusiones de los padres sinodales como las acciones tomadas por el Santo Padre.
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