El Papa visitó el Congreso de Estados Unidos y se ganó el respeto de los legisladores, quienes ovacionaron su discurso. ¿Cómo pudo Francisco proponer exitosamente su agenda de derechos humanos a la mentalidad norteamericana?
Por primera vez en la historia, un Pontífice habló ante las Cámaras legislativas de los Estados Unidos. Francisco en un pausado inglés pronunció un discurso histórico en el que apeló a las fibras patrióticas y a los valores comunes, con el fin de pedir soluciones para los grandes problemas del momento. (Resumen en video)
El Santo Padre utilizó un estupendo recurso para exponer sus ideas, que fue acudir a los grandes personajes de la historia de Estados Unidos, pues ellos aportan “una manera de ver y analizar la realidad”, de modo que “en medio de los conflictos ayudan a recuperar las reservas culturales”.
Con gran acierto, el Pontífice se refirió a cuatro célebres norteamericanos, cuyas vidas reflejan los valores cristianos, desde los que Francisco deseaba defender algunos derechos humanos fundamentales. Veamos.
1) Abraham Lincoln, defensor de la libertad. Francisco afirmó que construir un futuro de libertad exige amor al bien común y colaboración con un espíritu de subsidiaridad y solidaridad. Por contraste, advirtió sobre la violencia producida por el fanatismo religioso, y pidió no copiar el odio ni la violencia del asesino.
Además, el Papa apeló a la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, que habla de la igualdad y de los derechos fundamentales a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, para afirmar que “la política debe servir a la persona humana” y que “no puede ser esclava de la economía y de las finanzas”.
2) Martin Luther King, una libertad “que se vive en la pluralidad y la no exclusión”. Este gran hombre buscó “realizar el ‘sueño’ de plenos derechos civiles y políticos para los afro-americanos”.
Francisco, que se presentó “como hijo de migrantes”, aplicó ese “sueño” de libertad a los migrantes. Pidió no dejarse intimidar por las altas cifras de migrantes, sino mirar a su bien. “Cuidémonos de una tentación contemporánea: descartar todo lo que moleste”, advirtió. Junto con esto, exhortó a defender la vida humana en todas las etapas de su desarrollo, y por eso solicitó “la abolición mundial de la pena de muerte”.
3) Dorothy Day, la justicia social y los derechos de las personas. Esta gran mujer, inspirada en el Evangelio, fundó el ‘Movimiento del trabajador católico’. Así, el Papa habló de la lucha contra la pobreza y el hambre y pidió que la economía sea “especialmente solidaria y sustentable” y habló ampliamente de la preocupación ecológica.
4) Thomas Merton, la capacidad de diálogo y la apertura a Dios. Este monje cisterciense fue “un hombre de diálogo, un promotor de la paz entre pueblos y religiones”. Por eso, Francisco refirió al restablecimiento de relaciones con Cuba, y recordó que “cuando países que han estado en conflicto retoman el camino del diálogo… se abren nuevos horizontes para todos.” Explicó también que “ser un agente de diálogo y de paz” significa buscar que acaben los conflictos armados que afligen nuestro mundo y que se detenga el tráfico de armas.
Las palabras del Papa invitan a nuestros países a acudir también la memoria histórica. Necesitamos retomar los valores cristianos que están presentes en las raíces de nuestros países hispanoparlantes, pues esos mismo valores que nos han hecho crecer, nos ayudarán a superar los problemas actuales que tanto nos afligen.