Francisco en Sudamérica. ¿Manipulado o incomprendido?

24 de julio de 2015

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En los días posteriores al viaje apostólico del Papa por el Cono Sur, las reflexiones sobre su significado ha aparecido en los medios, y no pocas sostienen que el Santo Padre dio un tinte político a sus mensajes. ¿Qué pretende Francisco?

1) El Santo Padre durante su visita apostólica a Bolivia, Ecuador y Paraguay se refirió a los problemas sociales concretos que sufren los ciudadanos de esos países, tal como lo hiciera Juan Pablo II, pero el estilo de Francisco es más directo.

 Así lo muestra su discurso en Bolivia: “Queremos un cambio, un cambio real, un cambio de estructuras. Este sistema ya no se aguanta, no lo aguantan los campesinos, no lo aguantan los trabajadores, no lo aguantan las comunidades, no lo aguantan los pueblos”. (Discurso, 9 julio 2015)

Pero esta claridad para defender al que sufre, fue interpretada en clave de enfrentamiento político-económico, como se ve en una nota titulada así: “Críticas al capitalismo tensan próximo viaje de Francisco a EEUU”.

2) Tampoco han faltado intentos de manipulación. Así el Presidente Morales tomó una frase improvisada del Papa -“Estoy pensando en el mar. Diálogo, diálogo”-, para afirmar que “los católicos del mundo están con Bolivia para que vuelva al mar”. (Europa Press, 15 julio 2015)

El Papa mismo tuvo que aclarar, en el vuelo de regreso a Roma. Dijo que “en la catedral de Bolivia toqué de ese tema de una manera muy delicada, teniendo en cuenta la situación de recurso al tribunal internacional”.

Y detalló: “El diálogo es necesario. Ahí me detuve, hice un silencio y dije: pienso en el mar. Y continué: diálogo y diálogo. O sea, quedó claro que fue una intervención frente a este problema pero respetando la situación como está planteada ahora.”

3) La actitud del Pontífice argentino no es política. Esto lo reconoce incluso quienes se dedican a la política, como el argentino Iván Petrella, referente intelectual del partido liberal “Propuesta Republicana” (PRO).

Petrella, que mantiene una postura de reserva hacia el Santo Padre, no teme afirmar que “a veces, en su defensa de los más desfavorecidos, se lo acusa al Papa de ‘populista’; esa crítica me parece errónea, ya que no es populista el que torna visible lo invisible, el que muestra lo que muchos prefieren no ver”. (La Nación, 17 julio 2015).

4) ¿Qué busca el Papa con todo esto? El vaticanista inglés, Austin Ivereigh, explica que es fácil confundir el comportamiento del Papa respecto a los pobres y a las riquezas, y confundirlo con un rebelde o un iconoclasta, pero que en realidad “Francisco estaba buscando recuperar lo que se había perdido”, o sea, la auténtica misión de la Iglesia.

Y añade que esa recuperación incluye un retorno a la austeridad y a los pobres, lo cual conlleva incomprensión. “Esto significaba oponerse a algunas cosas y molestar a algunas personas, pero solo para que la Iglesia se pareciera más a sí misma, no para transformarla en otra cosa” (Tempo di misericordia, Milano 2014, pp. 108-109).
 
El Papa solo puede ser comprendido por quienes conocen el Evangelio y entienden que el mensaje de amor de Jesús incluye a todas las personas, comenzando por los pobres. Las acciones del Pontífice y sus mensajes nos revelan que Francisco es un hombre que asumido vitalmente el Evangelio.

En cambio, quienes analizan al Santo Padre con categorías sociológicas buscan encajonarlo en los moldes prefabricados de “comunista”, “teólogo de la liberación” o “populista”. Y toman frases sueltas de sus menajes para “comprobar” sus teorías. Por eso, Francisco siempre será un Papa manipulado e incomprendido.


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