Tenía 19 años cuando -caminando por su universidad-, el joven Peter Adamski vio a Kathy. Entonces, su corazón quedó prendado. "Subo unas escaleras y veo una visión apoyada en la pared", le confidenció Peter al corresponsal de EWTN Colm Flynn en una entrevista para "EWTN News In Depth" cuyo registro en video puedes activar al final de esta crónica.
Fue amor a primera vista, reitera Peter… En efecto, ambos se casaron antes de que pasaran veinte meses y ella sería su esposa durante los siguientes 40 años.
Terminados los estudios el joven esposo trabajó para consolidar su ascenso profesional hasta lograr ser un exitoso hombre de negocios, a los 26 años, en la empresa farmacéutica Johnson & Johnson. "Me atraía el arte de negociar" explica… "y acabé trabajando en el Departamento de Tesorería Corporativa consolidando tratos a nivel mundial para J&J".
¿Dónde tienes tu corazón?
Kathy y Peter Adamski
Aunque Peter nunca faltó -dice- a su obligación dominical de ir a misa, admite que descuidó su vida de oración y el matrimonio. La crisis fue a mayores, hasta que un día Kathy se presentó en su oficina y lo confrontó: "Me dijo: «Peter, no puedes servir a Dios y a las riquezas. La carrera empresarial es hoy tu riqueza y estás poniendo en peligro nuestro matrimonio». Ella tenía toda la razón. Quiero decir, yo estaba tan motivado por ascender en esa escala corporativa, que nada era suficiente. Necesitaba más, más y más".
La llamada de atención surtió efecto. Empezó a centrarse más en su matrimonio y poco después nació John, el primer hijo. Todo parecía ir perfectamente para esta familia de tres hasta que en 1991 recibieron una noticia dramática e inesperada. Kathy padecía un cáncer uterino. Tenía 42 años y sería el primero de siete tumores distintos que dañaron su salud a lo largo de las dos décadas siguientes. Luego, en 2010, al cáncer se sumó un diagnóstico de Alzheimer precoz. Era la estocada final.
Abrazando la cruz
"Ese 28 de octubre de 2010 fue el día más duro de nuestras vidas, cuando salimos del Hospital Columbia Presbyterian. Ella enfrentaba un Alzheimer de inicio precoz con apenas 61 años. Todavía puedo vernos abrazados en la acera sabiendo lo que nos acababan de decir. No hay cura para el Alzheimer, era el inicio de un largo adiós. Ahí supe que nuestra visión de envejecer juntos, encorvados y con canas, no iba a suceder. Si Kathy estuviera hoy aquí sentada, te diría que de los siete cánceres diferentes que tuvo, la enfermedad renal, el trasplante de riñón... lo más duro fue el diagnóstico de Alzheimer".
Con el paso de los años, Kathy empezó a perder lentamente la memoria. Repetía las mismas preguntas y cada vez que Peter tenía que salir de casa, aunque sólo fuera a pasear al perro, dejaba notas adhesivas por toda la casa para que ella supiese dónde estaba. El momento más duro fue cuando ella olvidó el lugar donde se habían casado…"Fue como si me clavaran un cuchillo en el corazón".
A pesar del sufrimiento Peter nunca cuestionó a Dios por qué les estaba sucediendo ese sufrimiento. "Míralo en la cruz. Lo que hizo por nosotros en esa cruz habla de su amor sacrificial", comenta en la entrevista del citado video.
Kathy murió el 10 de octubre de 2014, en su casa, en los brazos de Peter. "Tenía mi mano derecha agarrando su mano derecha, le acariciaba el pelo diciéndole lo mucho que la amaba; dándole las gracias por compartir su vida conmigo, por darme un hijo, y diciéndole que estaba a punto de ver el rostro de Cristo. Y así, mientras recitaba el Padre Nuestro, la vi dar su último suspiro. Una muerte pacífica, santa... una muerte feliz".
Sacerdote de Cristo
Peter relata que tres días antes de fallecer, compartieron con Kathy unas últimas confidencias que serían vitales para el futuro. "Yo le dije: «Estoy pensando en hacerme sacerdote», y sus últimas palabras fueron: «Peter, hazlo; y de alguna manera, yo te consolaré»".
Poco tiempo después Peter Adamski ingresó al Seminario para vocaciones tardías situado en Weston (Massachusetts) y recibió la ordenación sacerdotal en 2019. Agradece a Dios, dice, por esta "experiencia gozosa" y aunque cree que su matrimonio le ayudó a ser mejor sacerdote, no es partidario de que los casados puedan acceder al orden sacerdotal.
Hoy, con 70 años -llevando a Kathy en el recuerdo, cerca de su corazón-, agradece servir a Cristo como su sacerdote. "Me despierto cada mañana diciendo: «Señor, hoy lo haré todo por tu honor y tu gloria, gracias por mi sacerdocio»".
Puede ver la entrevista completa a Peter Adamski en "EWTN News In Depth" a continuación: