Un nuevo informe documenta el "silencio cómplice" de líderes civiles ante el abuso de los pedófilos en línea

22 de marzo de 2019

El Padre Fortunato Di Noto, sacerdote italiano que lucha en primera línea por la protección de menores, habla en una conferencia de prensa presentando el informe anual de su organización Meter Onlus, un observatorio mundial contra la pedofilia en línea.

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El informe anual “Report Meter 2018 sulla pedofilia e pedopornografia”, publicado por “Meter Onlus”, una organización italiana de vigilancia contra la pedofilia y la pornografía infantil, ofrece un vistazo a esta lacra criminal tan extendida y compleja. El líder de esta institución sin fines de lucro, el sacerdote Fortunato Di Noto, ha denunciado en rueda de prensa que la realidad global de la pedofilia sigue siendo posible debido al "silencio cómplice" de muchos.
 
"Nuestro informe pone de relieve las pocas contramedidas que existen y una indiferencia difusa", dijo en entrevista con Crux el padre Di Noto, quien durante los últimos 30 años ha trabajado incansablemente para identificar y reportar material pedo-pornográfico escondido en todos los rincones de Internet. El informe de 2018, publicado este 21 de marzo de 2019, muestra que si bien el número de enlaces monitoreados ha disminuido, hubo un aumento de contenidos que contenían violencia sexual contra los niños.
 
Una horrible realidad
 
En 2018, Meter encontró y reportó a las autoridades apropiadas más de 3 millones de fotos y más de 1 millón de videos, destaca el sacerdote. Pero, aunque estas cifras pueden ser alarmantes, sólo se refieren a las identificadas y reportadas por esta organización, lo cual es sólo una pequeña parte del todo. "Estos números no reflejan la realidad", dijo Di Noto, que por el contrario es mucho, “mucho más horrible”, denunció.
 
Al final de la cumbre sobre abusos de febrero, que reunió a los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo para discutir la protección de los menores en la Iglesia Católica, el Papa Francisco dijo que más de 18 millones de niños son víctimas de abusos sexuales sólo en Europa. Y según datos de la Organización Mundial de la Salud de 2014, más de 120 millones de niños son víctimas de abuso sexual en todo el mundo, y los datos oficiales del gobierno muestran que en los Estados Unidos 700.000 niños son víctimas de violencia física o abuso cada año.
 
El informe mostró que la isla de Tonga en Oceanía tiene el mayor número de dominios de primer nivel que contienen imágenes y vídeos de abuso sexual de menores, seguida de Guernsey en el Canal de la Mancha y el Territorio Británico del Océano Índico. Pero estas islas son simplemente la ubicación geográfica de los servidores que proporcionan el dominio de Internet, pues los verdaderos autores pueden encontrarse en otros lugares.
 
Responsabilidad de los magnates de la tecnología y líderes mundiales
 
Di Noto destaca que los proveedores de Internet deberían seguir desempeñando un papel activo en la prevención de la distribución de pornografía infantil. “Señalamos con el dedo a los magnates de la tecnología, porque no pueden tolerar que esta tragedia exista en los espacios de la web", dijo.

Meter rastreó los vínculos que contenían el abuso sexual infantil en Europa (6.388), América (5.926), Asia (155), África (120) y Oceanía (31). El grupo reportó más de 166.000 sitios en los últimos 15 años, recogiendo una gran cantidad de datos sobre los rasgos y técnicas de los depredadores en Internet.
 
Desde los servicios de intercambio de archivos hasta la Web profunda, los depredadores en línea que buscan y proporcionan pornografía infantil se han adaptado a las nuevas tecnologías, lo que dificulta su identificación y rastreo. Sobre esto Di Noto puso de relieve también la existencia de grupos de presión que promueven la pornografía infantil, desde consejos sobre cómo "preparar" a los niños hasta salas de chat donde comparten sus experiencias.
 
Di Noto reiteró que, para erradicar este mal, las autoridades locales y las organizaciones internacionales deben unir sus fuerzas. "Europa y muchos países del mundo deberían ocuparse de forma responsable y seria de la protección de los niños, pero esto no es lo que hacen. El silencio y la indiferencia matan aún más las débiles vidas de los niños víctimas de esta acción perversa y cruel. Un abuso sigue siendo un abuso y deja marcas permanentes".

 

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