Obispos de Estados Unidos contrarios a que se usen los cuerpos de difuntos como “Compostaje Humano”

24 de marzo de 2023

“El modo en que tratamos los cuerpos de nuestros queridos difuntos debe ser siempre testimonio de nuestra fe y nuestra esperanza en lo que Dios nos ha prometido", señalan los obispos.

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El "Compostaje Humano", es un nuevo negocio que busca dar un uso al cuerpo de tus familiares fallecidos. En efecto, el cuerpo de quien ha fallecido, mezclado con otros productos que favorecen la descomposición, puede terminar siendo un compostaje para nutrir la flora de algún lugar.

 

Los defensores de este nobel emprendimiento señalan que es "una alternativa ecológica para reducir impacto al medio ambiente".

 

Sobre esta materia se ha pronunciado el Comité de Doctrina de los obispos de Estados Unidos. En un documento titulado "On the proper disposition of bodily remains" (Sobre la correcta disposición de los restos mortales) reiteran la preferencia de la Iglesia por la inhumación de los difuntos y afirman que algunos métodos nuevos -a saber, la hidrólisis alcalina y el compostaje humano- no muestran el debido respeto por el cuerpo humano.

 

"En los últimos años, se han desarrollado nuevos métodos y tecnologías para disponer de los cuerpos de los difuntos y se han presentado como alternativas tanto al entierro tradicional como a la incineración. Algunos de estos nuevos métodos y tecnologías plantean serios problemas porque no manifiestan el respeto por los restos mortales que exige la fe católica", escriben los obispos en su documento publicado el 23 de marzo de 2023 y reiteran: "Desgraciadamente, los dos nuevos métodos más destacados para la disposición de los restos mortales que se proponen como alternativas a la inhumación y la cremación, -la hidrólisis alcalina y el compostaje humano-, no cumplen este criterio".

 

 

La Iglesia católica enseña que un día, en la resurrección final, las almas de los muertos se reunirán con sus cuerpos. Los católicos estamos entonces "obligados a respetar nuestra existencia corporal durante toda nuestra vida y a respetar los cuerpos de los difuntos cuando su vida terrenal ha llegado a su fin. El modo en que tratamos los cuerpos de nuestros queridos difuntos debe ser siempre testimonio de nuestra fe y nuestra esperanza en lo que Dios nos ha prometido", enseñan los obispos.

 

Teniendo en cuenta la próxima Pascua, cuando los cristianos celebran la resurrección corporal de Cristo, los obispos reiteran que, un entierro tradicional (inhumación) es "considerado por la Iglesia como la forma más apropiada de manifestar reverencia y respeto por el cuerpo del difunto porque 'honra a los hijos de Dios, que son templos del Espíritu Santo', y expresa claramente nuestra fe y esperanza en la resurrección del cuerpo".

 

El proceso de compostaje humano -también conocido como reducción orgánica natural- es un fenómeno relativamente nuevo y se ha legalizado en un puñado de lugares; el más reciente California, en Estados Unidos. Cuando se composta un cadáver, se coloca en un contenedor reutilizable donde microbios y bacterias lo descomponen en tierra en el transcurso de 30-45 días. La hidrólisis alcalina por su parte es un proceso por el que un cuerpo humano se descompone en un tanque de productos químicos a alta presión y calor, con el resultado de unos pocos fragmentos de hueso y una gran cantidad de aguas residuales.

 

Aunque las prácticas de cremación, compostaje humano e hidrólisis alcalina implican la aceleración de la descomposición del cuerpo, las dos últimas no permiten que todas las partes del cuerpo sean "recogidas y reservadas para su disposición", señalan los obispos. "No queda nada distinguible del cuerpo para colocarlo en un ataúd o una urna y depositarlo en un lugar sagrado donde los fieles cristianos puedan visitarlo para orar y recordarlo", reiteran.

 

La Iglesia católica en su conjunto se ha pronunciado muchas veces a lo largo de los años sobre la práctica de la cremación. Aunque está totalmente desaconsejada, la cremación puede ser permisible bajo ciertas restricciones; en particular, los restos no deben esparcirse y deben conservarse en un lugar sagrado por reverencia a la enseñanza de la Iglesia sobre la resurrección del cuerpo.

 

La instrucción Ad Resurgendum Cum Christo de la Congregación para la Doctrina de la Fe de octubre de 2016 afirma que, aunque la cremación "no está prohibida", la Iglesia "sigue prefiriendo la práctica de enterrar los cuerpos de los difuntos, porque esto demuestra una mayor estima hacia los difuntos".

 

 

En ese mismo documento, la Congregación para la Doctrina de la Fe aclara que las cenizas de una persona no deben esparcirse ni guardarse en casa ni conservarse en recuerdos o joyas, sino que deben ser "depositadas en un lugar sagrado", como un cementerio o una iglesia. Como explica el documento, "al enterrar los cuerpos de los fieles, la Iglesia confirma su fe en la resurrección de la carne y pretende mostrar la gran dignidad del cuerpo humano como parte integrante de la persona humana, cuyo cuerpo forma parte de su identidad".

 

California legalizó la práctica del compostaje humano en 2022, y está previsto que esté disponible en el estado en 2027. Antes de la legalización, la Conferencia Católica de California dijo que el uso de un método de compostaje de cuerpos desarrollado originalmente para animales de granja crea un "desafortunado distanciamiento espiritual, emocional y psicológico del difunto". Además, dijo la directora ejecutiva Kathleen Domingo, el proceso "reduce el cuerpo humano a una simple mercancía desechable.".

 

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