Tiene 18 años y al escuchar por primera vez la ‘Pequeña Fuga en Sol menor’ de Bach inició su conversión a la fe católica

21 de mayo de 2022

En la Semana Santa del año 2022 ha sido recibido en el seno de la Iglesia. “Ser recibido en la Iglesia en mi primera Vigilia Pascual tuvo algo de misterio, pero en realidad es el comienzo de lo que espero sean muchas décadas de ser un católico practicante".

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El joven norteamericano de 18 años Arjun Wasan, ha sido recibido en la Pascua de Resurrección 2022 en el seno de la Iglesia luego de vivir un período de catequesis en la Iniciación Cristiana para Adultos (RCIA). Su conversión no ocurrió por influencia de amigos, familia, lectura de libros, ni por las redes sociales, sino gracias a las obras musicales de Johann Sebastian Bach y Wolfgang Amadeus Mozart.

 

"En algún momento, el estudio de la música se cruzó con el estudio de la teología y se abrieron las compuertas", cuenta al portal de la diócesis de Pittsburgh en Estados Unidos, este joven que hoy es también miembro de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Pittsburgh y estudiante de último curso en el Instituto Allderdice.

 

Nació en un hogar de Squirrel Hill que describe como "no especialmente religioso". A medida que crecía, sus familiares le expusieron a una variedad de tradiciones: luterana, hindú, budista y sij. Su primera conversión sería al amor por la música. Fue un proceso porque cuando aprendió a tocar la trompeta en la banda de la escuela de cuarto grado, no le interesó mucho. Sin embargo, en séptimo curso vio por casualidad un vídeo en YouTube de una interpretación de Bach. Esto cambió su vida de un modo que no podía imaginar. Al escuchar la Pequeña Fuga en Sol menor, quedó encantado. Nació en él un profundo amor por la música y por el fagot.

 

Luego, estudiando música con su profesora Linda Morton Fisher, descubrió que estaba repleta de temas religiosos. Se enteró de que Mozart tuvo una estricta educación católica y que su padre consideraba el extraordinario talento musical de su hijo como un regalo de Dios. Mozart tenía una profunda fe y compuso más de 60 piezas musicales para uso litúrgico, como un Kyrie, un Gloria y su famoso Réquiem. Cuando Arjun aprendió a tocar esas piezas, sintió que participaba en la tradición de la iglesia católica. Bach era luterano, pero una de sus últimas y más significativas obras fue una misa católica: "En la Misa en si menor, Bach interpreta toda la misa, lo que hubiera sido inusual en un luterano de la época", dice Arjun.

 

La música lo lleva a la Eucaristía

 

 

Aunque las melodías clásicas atrajeron a Arjun al catolicismo, también lo hicieron las imágenes. Estaba fascinado con la magnífica arquitectura de las iglesias católicas de Pittsburgh.

 

Finalmente, el año 2021, un miércoles de Cuaresma en el que su colegio tenía un día libre, Arjun fue a una misa de mediodía en la catedral de San Pablo. Debido a la pandemia de COVID, "era uno de los primeros eventos a los que asistía en mucho tiempo", recuerda Arjun. "Quería hacerme una idea de cómo sería la misa en persona". Fue una buena experiencia, y quería más.

 

Puesto que Mozart y Bach habían compuesto sus obras en latín, siglos antes de que se permitiera la misa en lenguas vernáculas, quería vivir esa experiencia. "La misa tradicional en latín es para lo que se ha escrito toda la música clásica", afirma Arjun, y por eso fue a la misa en latín de la parroquia de la Preciosa Sangre de Jesús, en el North Side. De nuevo se quedó con ganas de más.

 

Comienza un viaje con la RCIA

 

 

Aunque no lo sabía, la primera misa dominical a la que asistió coincidió con el domingo de Pentecostés. Después de que los feligreses celebraran el don del Espíritu Santo y el cumpleaños de la Iglesia, Arjun habló con el padre Kris Stubna, rector de la catedral de San Pablo, y con Erica Gamerro, directora de la Oficina Diocesana de Culto. Mientras hablaban, supo que quería empezar la Iniciación Cristiana de Adultos (RCIA). Comenzó a asistir a misa con regularidad y estaba ansioso por ser recibido plenamente en la Iglesia.

 

Cuando se lo dijo a sus padres, "fue una sorpresa y no lo fue", dice. Su madre y su padre habían observado su creciente interés por el catolicismo a través de los libros que leía. Su padrino del RCIA, Joshua Lukez, seminarista de segundo año del Seminario de San Pablo, que comparte los intereses de Arjun por la música y la filosofía, también le ha apoyado. "Me ha ayudado a entender mejor las cosas", confidencia Arjun. "Muchas veces me envía un mensaje de texto, preguntando si estoy bien y ofreciendo oraciones por mí y mi familia. Empezamos con la oración y rezamos diferentes oraciones, así que aprendimos a través de nuestra oración", destaca.

 

¿Por qué el catolicismo?

 

Dado que las encuestas muestran un descenso en el número de personas que se unen a cualquier iglesia, sinagoga o mezquita -especialmente entre las generaciones más jóvenes-, ¿por qué querría Arjun unirse a un grupo religioso organizado? “Un rápido vistazo a la historia nos lo enseña", comenta el joven converso y añade: "no creo que mi generación carezca de ello, sólo creo que se ha manifestado de forma diferente, con cosas como el nuevo movimiento ateo. Creo que, por el camino, hemos quitado la carne de los huesos de la práctica religiosa en todo el mundo. Nuestra Señora de Fátima en 1917 llegó a decir que estamos perdiendo muchas almas. En mi generación, ya ves dónde nos ha dejado eso".

 

No cree que sus compañeros se opongan a la fe religiosa: "Son completamente apáticos. No sienten nada positivo ni negativo, simplemente prefieren hacer otra cosa. A estas alturas creo que mi generación está desvinculada, pero seguimos teniendo esa necesidad básica", reconoce. Sin embargo, a medida que la noticia de su conversión se fue extendiendo por su escuela, muchos alumnos le preguntaban por ello. Él hace todo lo posible, dice, por explicarles. "Es un gran abismo que hay que cruzar", reconoce. "¿Van a hacerlo? No lo creo, al menos no de inmediato, pero sí que entiende. Tenemos un anhelo inherente de estar cerca de Dios".

 

Arjun anhela aportar su talento musical a la iglesia, y está interesado en aprender a tocar el órgano: "Como católico, cada vez que vas a una misa tienes una especie de concierto. Espero que, si sigo progresando como músico, pueda participar más plenamente".

 

Le resulta difícil expresar en palabras -comenta- lo que le regala su nueva fe y lo compara con el hecho de encontrar un ancla en aguas profundas: "Siempre he salido con una sensación de gratificación, una sensación de estar enraizado en el sentido más completo. Es como si estuviéramos en una balsa a la deriva en el océano y hubiera tierra, pero ahora no la tenemos a la vista. No sé si he vuelto a alcanzar esa tierra, pero quizá sea un ancla. Me da un lugar a donde ir, y nunca deja de dar. Supongo que es lo que se espera de una tradición de 2000 años. Ser recibido en la Iglesia en mi primera Vigilia Pascual tuvo algo de misterio, pero en realidad es el comienzo de lo que espero sean muchas décadas de ser un católico practicante".

 

 

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