Defender la vida: Cirugía en el vientre materno salva a bebés que presentan una condición potencialmente fatal

23 de diciembre de 2020

Para el profesor chipriota del Reino Unido Kypros Nicolaides el aborto no es una opción. Pionero en el campo de la medicina fetal, ha sido elegido para formar parte de la Academia Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

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La embarazada de 31 años Luissa Galloso de Windsor (Reino Unido) se sometió a un procedimiento médico en 2016, pero la cirugía no era para ella. Era para su niña nonata a la que se le había diagnosticado una hernia diafragmática congénita (HDC), una enfermedad rara y a menudo mortal que afecta a uno de cada 4.000 niños nonatos que tienen un agujero en el diafragma, la fina capa de músculo que separa el pecho del abdomen.
 
El agujero permite que el hígado o los intestinos suban a la cavidad torácica, lo que impide a los pulmones desarrollarse completamente. Sin el procedimiento, los bebés con HDC grave tienen un 15-20% de posibilidades de sobrevivir. Con el procedimiento, su probabilidad de supervivencia aumenta a cerca del 50%. No es una cura definitiva, pero ofrece esperanza.
 
El procedimiento fue iniciado por el profesor Kypros Nicolaides (abajo en foto), un especialista en medicina fetal de renombre mundial que trabaja en el Kings College Hospital del NHS en Londres y fue elegido para la Academia Nacional de Medicina de EE.UU. para mejorar el cuidado de las mujeres embarazadas en todo el mundo. Nicolaides lideró el desarrollo de la cirugía, que se realiza a las 26-28 semanas y se cree que puede ayudar a por lo menos un tercio de los niños nacidos con HDC.


 
Escribiendo para The Guardian, la periodista Caroline Davies destaca que Nicolaides, llamado cariñosamente "Prof", es conocido por sus manos hábiles y "bromas habituales". "Pero lo más importante", señala, "es que los padres se benefician de sus muchos años de investigación y experiencia pionera, lo que les asegura que están dando a sus bebés todas las oportunidades del mundo".
  
Aunque hay una intensa presión para salvar a los bebés en una sociedad donde se ofrece sin reparos el aborto, Nicolaides sabe que algunos pueden morir sin importar lo que haga, y se apega emocionalmente a todos ellos. "No hay mejor recompensa en la vida que una mujer que viene a mostrarte su bebé, o envía fotografías para decir: 'Gracias, este bebé no habría nacido'. ¿Cómo puedes juzgar eso? ¿Contra qué? Esa es la recompensa final". comentó a The Guardian.

 

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