En Karabanovo, una pequeña aldea de Rusia, el único sacerdote del lugar, padre Ioann Burdin, párroco de la Parroquia de la Resurrección de Cristo, ha sido detenido y será sometido a proceso judicial, por predicar sobre la paz durante la homilía del pasado domingo 6 de marzo. Las palabras "No matarás" fueron intolerables para el régimen.
La policía acusó al padre Ioann de desacreditar a las Fuerzas Armadas rusas y elaboró un informe administrativo sobre él en virtud de la primera parte del nuevo artículo 20.3.3 del Código de Infracciones Administrativas. Según se desprende del texto del protocolo administrativo redactado contra el sacerdote, el padre Ioann "estando en un lugar público en los locales de la Iglesia de la Resurrección de Cristo durante su servicio religioso en presencia de una decena de feligreses cometió acciones públicas destinadas a desacreditar a las Fuerzas Armadas rusas, que están llevando a cabo una operación especial basada en la decisión del Presidente ruso y en la Resolución del Consejo de la Federación de la Asamblea Federal de Rusia".
El sacerdote también fue acusado de adoctrinar "a los feligreses de la iglesia con información sobre la presencia de las Fuerzas Armadas rusas en Ucrania, el bombardeo en curso de ciudades ucranianas (Kyiv, Odessa, Kharkiv y otras), el asesinato de residentes ucranianos (hermanos y hermanas en Cristo), y también publicando información con imágenes propagandísticas en el sitio web".
La referida publicación en el portal web de la parroquia (que ya ha sido bajada) por la cual incriminan al padre Ioann, se decía lo siguiente: "Los cristianos no nos atrevemos a quedarnos de brazos cruzados cuando un hermano mata a otro hermano, cuando un cristiano mata a otro cristiano. No podemos taparnos los ojos vergonzosamente y llamar al negro blanco, al mal bueno, diciendo que incluso Abel probablemente se equivocó al provocar a su hermano mayor".
Tras ser detenido, llevado al tribunal y notificado de la acusación en su contra por la cual será próximamente juzgado en un nuevo tribunal, el sacerdote pudo hablar con la prensa y ratificó así sus dichos:
"En mi sermón no hubo alusiones políticas. Hay palabras exclusivamente evangélicas que se pronunciaron hace dos mil años, y algunas incluso antes, como el mandamiento del Antiguo Testamento "No matarás". No persigo ninguna agenda personal, interés propio, etc., sólo antepongo a mis feligreses. Les dije que lo más importante en este momento es no dejar que el odio entre en sus corazones. Eso es lo peor que puede pasar: que empecemos a odiarnos, porque eso llevará a más violencia y más odio. Es imposible salir de ese círculo vicioso. No me parece bien que se mate a otras personas y no se trata sólo de un país. Se trata de ambos bandos: rusos y ucranianos, y cualquier otra persona que vaya a derramar sangre humana. Para la Iglesia, no importa el por qué, el pecado sigue siendo un pecado en cualquier caso, no estamos hablando ahora de las razones, la admisibilidad y la inadmisibilidad. Esa es otra cuestión, una cuestión aparte. Estamos hablando en principio de la actitud de la iglesia hacia el asesinato. Es una maldición que cae sobre el hombre".
Fuente: Kostroma News