Imperativo moral

A votar, considerando la defensa de la vida y la familia, convocan los Obispos de Chile

11 de noviembre de 2013

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Al finalizar su 106° encuentro el pasado 8 de noviembre, la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile, en una directa y profética convocatoria, recordó a los católicos que al momento de emitir su voto en las próximas elecciones presidenciales, de parlamentarios y consejeros regionales, es un deber considerar tres aspectos fundamentales de la fe en tal discernimiento ético…

 

A. La primera es la valoración y la defensa incondicional de la vida, desde su concepción hasta su fin natural. Atentar contra la vida en gestación o en su fase terminal, así como el atropello contra los derechos humanos, jamás podrá tener como efecto un beneficio.
Por eso, atendiendo a la realidad trascendente de la persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, queremos reiterar nuestro “sí” a la vida. El cristiano atentaría contra la esencia de su vocación si permite la eliminación de seres humanos a quienes está llamado a amar y servir como prójimo”. 
 

 
B. Una segunda instancia de discernimiento es la protección de la familia, comunidad de vida y amor, fundada en el matrimonio entre un varón y una mujer. Para los creyentes hay en la naturaleza humana un designio de Dios que no puede eludirse.
Con respeto a quienes piensan distinto, es un hecho que la transmisión de la vida y la constitución de la familia pasan necesariamente por la complementariedad originaria de un varón y una mujer. La familia es la célula básica de la sociedad donde se aprende a amar y a ser amado, a dialogar entre las generaciones, a creer en Dios y confiar en los demás. Esto no es impedimento para que asumamos como Iglesia muchas realidades familiares que están lejos de este ideal, sufren por ello, y que también necesitan ser iluminadas y, sobre todo, acompañadas en la caridad y en la verdad”.
 

 
C. Una tercera instancia para nuestro discernimiento es que la paz social es obra de la justicia. La sociedad sigue herida por vergonzosas brechas que excluyen a miles de compatriotas de las condiciones necesarias para su desarrollo integral. Y es una realidad que no solo afecta a los sectores más pobres y vulnerables, sino también a la clase media. Nos referimos, entre otras realidades, a la posibilidad de acceder a una vivienda digna; a un sistema de salud pública eficiente y de trato humano; a la situación de profesionales y técnicos que no logran un empleo digno después de años de sacrificios como estudiantes; a la situación de los jubilados y adultos mayores. En otros escenarios del diario acontecer, constatamos con preocupación la violencia del narcotráfico y la trata de personas; también hemos señalado la necesidad de abordar la situación de los pueblos originarios y la falta de políticas sociales para acoger a los inmigrantes de pueblos hermanos. Creemos que se debe promover el acceso y la calidad de la educación, respetando la libertad de enseñanza, así como la tarea y decisión prioritaria de los padres, que pueden y deben colaborar a la educación de sus hijos, también en lo económico y, a la vez, favorecer la igualdad de oportunidades para no perpetuar la desigualdad y generar un clima de perturbación social. Reiteramos la necesidad de abordar en sus causas profundas la gran deuda social del país, como lo ha planteado nuestra Carta Pastoral Humanizar y compartir con equidad el desarrollo de Chile.”
 
 
Los obispos tuvieron también palabras de reflexión para los políticos cristianos a quienes instaron a “mantenerse fieles a su vocación de servir al bien común, a la luz del Evangelio y de la doctrina social de la Iglesia”.
 
Conscientes del histórico momento que vive Chile, la Conferencia Episcopal encomendó a la Virgen María “el proceso eleccionario”, pidiendo a ella que atraiga sobre Chile “fraternidad, unidad y diálogo constructivo” nacidos de la misericordia del Señor.

Para leer el documento completo, pulse aquí.


Fuente: iglesia.cl

 

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