¿Habrá tres días de oscuridad? ¿Se avecina el fin de la humanidad?

27 de abril de 2024

¿Acaso esta aterradora profecía contiene algo que deba inquietar a los católicos? … ¿o es un engaño para necios seguidores de portales web pseudo cristianos, que capturan el interés manipulando las emociones y el morbo?

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En ciertos círculos de cristianos que gozan de leer -casi morbosamente- una y otra vez artículos o mirar de forma reiterada videos, en los cuales se ofrecen detalles sobre profecías apocalípticas, existe un concepto conocido como los tres días de oscuridad, según el cual un juicio vendrá sobre la tierra, y la humanidad estará envuelta en tinieblas.

 

Una de las citas más famosas sobre este acontecimiento la atribuyen a la mística italiana Beata Anna Maria Taigi (1768-1837), quien se dice habría declarado:

 

Vendrá sobre toda la tierra una intensa oscuridad que durará tres días y tres noches. No se puede ver nada, y el aire estará cargado de pestilencia que se cobrará principalmente, pero no sólo, a los enemigos de la religión. Será imposible usar cualquier iluminación hecha por el hombre durante esta oscuridad, excepto velas benditas. Aquel que, por curiosidad, abre su ventana para asomarse, o sale de su casa, caerá muerto en el acto. Durante estos tres días, las personas deben permanecer en sus casas, rezar el rosario y suplicar misericordia a Dios. Todos los enemigos de la Iglesia, conocidos o desconocidos perecerán en toda la tierra durante esa oscuridad universal, con la excepción de unos pocos a quienes Dios pronto convertirá. El aire será infectado por demonios que aparecerán bajo toda clase de formas horribles.

 

Mercaderes de emociones

 

Imagen gentileza de Izzyserious - Pixabay

 

Se dice que otra mística, Marie-Julie Jahenny (1850-1941), afirmó que solo las velas de cera "al 100 por ciento" funcionarán. No pocos católicos han estado muy preocupados -algunos aterrados- por estas afirmaciones, repetidas una y otra vez por sacerdotes o laicos que permiten ser presentados como "expertos" sobre materias de las cuales ya el Hijo de Dios advirtió que sólo Dios Padre conoce.

 

En este contexto proliferan además los mercaderes de emociones -como por ejemplo Catholic Supply- que venden online velas y un sinfín de artilugios "para combatir el mal y la oscuridad" … aunque más parece que apuestan a tener ganancias confiando en el dicho "a río revuelto ganancia de pescadores".

 

¿Fundamentos en el Magisterio, la Sagrada Escritura o revelaciones privadas creíbles?

 

 

¿Qué deben hacer los creyentes ante tal predicción? ¿Qué tan creíble es? ¿Y qué tiene que decir la Iglesia al respecto? La respuesta a la última pregunta es fácil: nada. La Iglesia no tiene nada que decir al respecto. Una búsqueda en el sitio web del Vaticano revela que no aparece la frase "tres días de oscuridad" o mención semejante. Los tres días de oscuridad no son un asunto que haga parte de las enseñanzas de la Iglesia.

 

Pero ¿existen acaso citas de la Biblia que lo validen como algunos afirman? Al respecto, los sitios web que abogan por los tres días de oscuridad apelan regularmente a la novena plaga del Éxodo (Éxodo 10:21-29), en la que Dios causó tres días de oscuridad en Egipto. Sin embargo, esta es una referencia a un evento histórico, no una predicción de uno futuro.

 

También se apela a Apocalipsis 6,12 y 16,10, que mencionan el sexto sello y la quinta copa. Lo más probable es que estos capítulos del Apocalipsis se refieran a acontecimientos tempranos de la historia de la Iglesia, no a nuestro futuro, y aunque ambos pasajes tienen que ver con la oscuridad, no se menciona que haya durado tres días.

 

Por consiguiente, la Biblia no contiene una predicción de los tres días de oscuridad. Sin embargo, Dios todavía podría revelarlo a través de revelaciones privadas creíbles, y es aquí donde nos encontramos con un problema. Esto, porque los orígenes de la profecía no están claros, pero se ha atribuido a varios santos y místicos a lo largo de la historia. Algunos creen que proviene de Santa Hildegarda de Bingen, mientras que otros lo atribuyen a San Patricio o Santa Teresa de Ávila.

 

Pero si alguna de estas figuras hubiere mencionado los tres días de oscuridad, debería ser posible encontrar la predicción en sus escritos, y nadie ha sido capaz de hacerlo. Así entonces, algunos defensores de estas profecías apocalípticas intentan darle un aire de veracidad asociándola a santos más antiguos (Patricio vivió en el año 400, Hildegarda vivió en el 1100 y Teresa vivió en el 1500), a pesar de que en sus escritos válidos no se encuentran tales afirmaciones. Por lo tanto, este flujo de profetas de las calamidades parece tener un origen más reciente.

 

Avalancha de "profetas de calamidades"

 

Imagen gentileza de FranSoto - Pixabay

 

En efecto, hoy existen numerosas publicaciones y videos donde pseudo expertos argumentan sobre las visiones de diversos 'personajes', algunos de los cuales hablarían de los tres días de oscuridad. Sin embargo, lo que esos pretendidos videntes tienen en común es que ninguno de ellos ha sido investigado de manera formal por la Iglesia ni sus visiones han sido aprobadas.

 

La verdad reconocida por la Iglesia es que algunos videntes reciben auténticas revelaciones privadas, pero otros son farsantes, "profetas de calamidades" que existen en todas las épocas.

 

Esta es la razón por la que es importante que se realicen investigaciones competentes en lugar de dar crédito -sin juicio- a las afirmaciones de supuestas revelaciones, presentadas hoy a destajo en artículos, videos y podcasts en la web. Véase, por ejemplo, el caso del otrora muy popular sacerdote canadiense, presentado como místico y profeta de los últimos tiempos, P. Michel Rodrigue, que fue repudiado por sus obispos y cuyas profecías han sido posteriormente descalificadas.

 

Separando el trigo de la paja

 

 

Si dejamos de lado las afirmaciones desaprobadas y no investigadas, ¿qué nos queda? Algunos defensores de los tres días de oscuridad afirman que San Pío de Pietrelcina (Padre Pío, 1887-1968) lo predijo. Sin embargo, la cita que le atribuyen al santo capuchino de los estigmas no tiene una fuente rastreable, y la orden capuchina a la que pertenecía ha negado que alguna vez haya hecho tal predicción.

 

Parece ser entonces que algunos comunicadore -faltos a la ética profesional- intentan dar credibilidad a la predicción asociándola con un santo moderno popular.

 

¿Qué hay de la cita más famosa sobre los tres días de oscuridad, la que citamos antes, atribuida a Anna Maria Taigi? Varias páginas web lo atribuyen a un libro titulado Profecía privada, que se habría publicado en 1863. Esto es bueno, porque los libros de esa época se han digitalizado y se pueden buscar en línea. Sin embargo, cuando revisamos Archive.org y Google Books, no aparecen ningún libro con este título. Lo mismo ocurre si haces que el título sea plural: Profecías privadas.

 

Un sitio web enumera el libro con el título italiano Profezie Privata y agrega que fue publicado en Roma. Sin embargo, lo mismo vuelve a suceder en Archive.org y Google Books. No hay libros de este título registrados.

 

Después de una búsqueda considerable (incluso por otros medios), parece que este libro simplemente nunca existió. Tal vez alguien vio la cita anterior atribuida a una profecía privada de Taigi de 1863 y pensó que era el título de un libro.

 

Sin embargo, aquí nos encontramos con otra dificultad. El sitio web "Las Profecías del Gran Monarca Católico y el Pontífice Angélico", que apoya los tres días de oscuridad, reconoce que no se mencionó hasta 1863 o 1864, veintiséis o veintisiete años después de la muerte de Taigi.

 

En estas circunstancias, y dados los problemas conocidos con otras citas sobre este tema (como la falsa cita del Padre Pío), no debemos confiar en ninguna supuesta cita textual atribuida a Taigi, especialmente las extensas, en ausencia de documentos verificables escritos durante su vida.

 

A pesar de lo vívida y convincente que es la predicción de los tres días de oscuridad, no es recomendable que los católicos se asusten por ella o que la consideren creíble, dado el estado actual de la evidencia.

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