La trata es un crimen

Adorando a Dios en el Santísimo Sacramento, para servir a mujeres víctimas de violencia y "trata"

20 de enero de 2017

La iglesia defiende la vida desde la concepción y por ello es también pionera en el servicio a las mujeres víctimas de toda violencia.

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La congregación de Religiosas Adoratrices, fieles al carisma fundacional: adoración al Santísimo Sacramento y trabajo con marginados, mantienen una infinidad de servicios en España y el mundo: colegios de enseñanza; acogida a jóvenes y mujeres violentadas, víctimas de la prostitución o esclavizadas en la droga; ayuda a mujeres maltratadas, procedentes de la cárcel, y mucho más.
 
A través del Programa ONNA Adoratrices atienden en España por ejemplo, a mujeres víctimas de trata, violentadas con fines de explotación sexual. Junto con ayudar a liberarlas de esa esclavitud, les ofrecen un hogar, asistencia de sus necesidades y acompañamiento en el proceso de sanación. El programa es completo y abarca todo el escenario de ayudas que precisa una mujer en esta situación, sin olvidar la tarea de sensibilización para concienciar a la sociedad de esta realidad. Es, además, un trabajo en red, colaborando con otras congregaciones religiosas y entidades que se ocupan de este sector necesitado.
 
“Las heridas al final se curan, el corazón sigue doliendo”
 
Sofía (nombre ficticio)  abandonó Nigeria con tan solo trece años y entrego su testimonio al portal de la Arquidiócesisd e Sevilla... Ella es una de las muchas víctimas de trata con fines de explotación sexual que son llevadas fuera de sus países a través de redes de delincuencia organizada.

Su cuerpo está marcado con el maltrato. Sin embargo, reconoce que lo que más ha condicionado su vida es el daño psicológico, saber que ha sido considerada un objeto, una mercancía, algo que vender. Llegó engañada, con la promesa de un mundo mejor, para ella y su familia. Algunas incluso son vendidas directamente a las mafias de origen por sus padres, y una vez en el país al que son destinadas, se enfrentan a la obligación de pagar una deuda que puede alcanzar los 50.000 euros. La salida siempre es la misma: prostituirse, si bien, como subrayan desde ONNA Adoratrices, la manipulación psicológica es suficiente para tener a las mujeres dispuestas a ser explotadas por tiempo indefinido.
 

El informe del CITCO del Ministerio del Interior de España indica que en 2014 se detectaron 13.983 personas en riesgo de encontrarse en situación de trata de seres humanos, siendo identificadas 900 víctimas. Por otro lado, según el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, en 2014 fueron identificadas en el mundo un total de 17.752 víctimas, de las cuales el 70 % eran mujeres y niñas. Sin embargo, estas cifras no reflejan totalmente la realidad de la trata de seres humanos, pues –según la experiencia del Programa ONNA- “reconocemos los indicios de ser víctimas en muchas mujeres que no son capaces de contar su historia por miedo a las amenazas”. “Historias aprendidas, relatos no coherentes, estados de alerta… Muchas niñas y mujeres que en todo caso serán reconocidas ejerciendo la prostitución por su propia voluntad”, añaden.
 
“Es posible escapar de la trata”
 
Una vez liberadas de sus captores, inicia un largo proceso para la sanación… “que precisa de un acompañamiento continuo para exteriorizar, afrontar e integrar todo el daño sufrido”, señalan desde la comunidad de las Adoratrices.

Pero aunque complejo, en muchas ocasiones, “estas mujeres presentan una fortaleza interna muy grande”, han sido capaces de sobrevivir a situaciones muy traumáticas y llega un momento en que están preparadas para “dejar de ser víctimas y convertirse en supervivientes”. Y allí con ellas, ha estado y estará la Iglesia.

 

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